La importancia de la flora intestinal



Nuestra microbiota intestinal contiene alrededor de 100 a 200 billones de microorganismos.
Aunque tradicionalmente se había considerado que el número de microorganismos excede en más de 10 veces al número de células de nuestro organismo, recientemente se ha demostrado que tenemos la misma cantidad de bacterias que de células humanas.
    Desde hace años hemos dicho que el 90% de nuestras células son bacterias, que tenemos 10 veces más bacterias en nuestro cuerpo que células humanas. El estudio original que decía que el número de bacterias excede en más de 10 veces al número de nuestras células fue publicado el 1972 y asumía que los microbios estaban repartidos por igual en todo el intestino. Hoy sabemos que la mayor cantidad de bacterias habitan en el intestino grueso o colon, pesan unos 200 gramos (la mitad del peso del colon son bacterias) y la proporción entre bacterias y células humanas es de 1:1 (3,8 x 1013 bacterias : 3 x 1013 células humanas).
    La microbiota intestinal es como nuestro carnet de identidad personal. Su composición es única para cada persona y puede caracterizarnos a cada uno de nosotros, como lo hace nuestra huella dactilar.
    La probabilidad de que una bacteria intestinal procedente de una persona sea de diferente especie que la obtenida de otra es superior al 90%. A cada uno de nosotros nos acompaña una comunidad personal de microbios. Además, la microbiota es muy diferente según la etapa de la vida en que nos encontremos.
    La microbiota intestinal pesa unos 200 gramos y constituye el 50% del volumen de nuestras heces.
    Aunque se pensaba que el peso de la microbiota intestinal era de unos 2 o 3 kg, actualmente sabemos que nuestras bacterias pesan unos 200 gramos que es la mitad del peso del intestino grueso o colon y constituyen aproximadamente el 50% del volumen de nuestras heces.
    Un 95% de nuestras bacterias están localizadas en el tracto gastrointestinal.
    La mayor cantidad y diversidad de bacterias se encuentran en el intestino grueso (los recuentos alcanzan los 1014 microorganismos/gramo). El intestino humano es uno de los ecosistemas más densamente poblados de la Tierra.
    Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando son administrados en la cantidad adecuada, confieren un efecto beneficioso para la salud.
    El 70% de nuestras defensas están en la flora intestinal.
    La luz del intestino está directamente conectada con el medio exterior y está revestida por un gran número de células del sistema inmunitario que nos protegen de los patógenos externos a la vez que son inertes frente a lo propio, la ingesta de alimentos y otros componentes ambientales y la microbiota intestinal beneficiosa. La microbiota intestinal es un órgano más que contribuye a las funciones del tubo digestivo: nutrición y defensa.

¿Sabías que los probióticos pueden ayudarte a aliviar el dolor abdominal y la distensión asociadas al síndrome del intestino irritable?

Una reciente revisión de ensayos clínicos (ese tipo de estudios que aportan la máxima evidencia científica) recomienda el empleo de probióticos para mejorar la sintomatología global, el dolor abdominal, la flatulencia e hinchazón del síndrome del intestino irritable. Los probióticos tienen un buen perfil de seguridad sin efectos adversos y se plantean como complemento a otros tratamientos.
¿Sabías que hay microorganismos intestinales que no son bacterias?

En el intestino no solo hay bacterias, también hay una gran cantidad de hongos (levaduras), virus, protozoos y arqueas. Aún queda mucho por conocer sobre las funciones de estos otros microorganismos presentes en la microbiota intestinal.
¿Sabías que las bacterias son la evidencia de vida más antigua que se conoce en la Tierra?

Los fósiles más antiguos conocidos hasta ahora datan de hace 3.700 millones de años. Se trata de varios estromatolitos −estructuras formadas por la sedimentación de microorganismos− encontrados en unas rocas de Groenlandia. Estos datos ponen de manifiesto que cuando los humanos llegamos a la Tierra hace unos 200.000 años, las bacterias ya estaban aquí.
¿Sabías que hacia los 3 años de edad ya se puede considerar que nuestra microbiota intestinal es adulta?

La microbiota intestinal se desarrolla y su diversidad va aumentando hasta los 2-3 primeros años de vida. Este es el periodo más crítico (denominado “ventana de oportunidad”) para realizar intervenciones dietéticas y mejorar el crecimiento y desarrollo del niño. A partir de los 3 años es cuando la alimentación es muy parecida a la de un adulto y la microbiota intestinal se vuelve más estable, aunque se puede ver alterada por infecciones, el tratamiento con antibióticos, el estilo de vida y un cambio a largo plazo en la dieta.
¿Sabías que la alimentación y el estilo de vida son los factores externos que más influyen en la composición y diversidad de tu microbiota intestinal?

De entre los factores externos que pueden influir en la microbiota y, en algunos casos, alterar el equilibrio intestinal, la alimentación es el factor más importante. Otros factores como el estilo de vida (estrés, sedentarismo y falta de sueño) o los tratamientos con antibióticos tienen también gran relevancia.

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